Todos nos hemos visto enfrentados a trabajar por primera vez con una imprenta, a tomar decisiones sobre cómo imprimir, qué material usar o qué formato trabajar, y una de las preguntas que siempre nos hacemos es ¿qué encuadernación es mejor para mi publicación? Para resolver esta duda hay que considerar varios aspectos antes, como la cantidad de páginas de la publicación y el tipo de papel de interiores, si la publicación es un manual o una lectura liviana. Tener claro todos estos aspectos ayuda a conocer las necesidades que pueda tener el lector al enfrentarse al libro impreso. Por ejemplo, si la publicación es un manual de consulta con trescientas páginas o más lo más probable es que sea un libro expuesto a abrirse constantemente, por lo que debe tener una materialidad resistente que no se quiebre fácilmente y que pueda perdurar. No así una novela corta o un libro de poemas que implique una lectura más liviana.
Considerando que la mayoría de las publicaciones en Chile se realizan en tapa blanda o rústica esta vez nos concentraremos en esta opción para explorar sus posibilidades de encuadernación
Pero, ¿qué es una encuadernación en rústica?
Conocida comúnmente como «tapa blanda», es la más usada especialmente por su bajo costo en comparación a la tapa dura, se caracteriza por su poder de flexibilidad en la manipulación del libro y por ser bastante versátil en cuanto a sus terminaciones y formatos. Es la que vemos más frecuentemente en las librerías y es conocida también por ser el formato usado para los libros de bolsillo.
A pesar de que se llama «rústica» este tipo de encuadernación no es tan sencilla como parece, si bien la tapa es blanda, el proceso por el cual se produce el libro puede ser igual de firme que un libro de tapa dura y a un costo más bajo. Veamos cuáles son las opciones para encuadernar en rústica.
Lomo cosido
Cuando la publicación suele tener un lomo grande por la cantidad de páginas, siempre es conveniente considerar pedir a la imprenta que se realice una encuadernación con costura, esto le dará más flexibilidad y firmeza al libro y evitará que se quiebre con el uso.
Este proceso se lleva a cabo uniendo con hilo las hojas de los cuadernillos, y a veces también se cosen los cuadernillos entre sí, para después pegarlos a la tapa con algún tipo de pegamento adhesivo que se expone al calor.
La encuadernación cosida se considera como la forma más duradera y de mejor calidad, por lo que usualmente se recomienda para todo tipo de publicaciones, novelas, libros de bolsillo, catálogos, entre otros, pero es de las opciones que se demora más en realizarse y con un valor asociado más alto por unidad.
En cambio, si lo que estás buscando es una encuadernación más económica, es hora de considerar una encuadernación pegada.
Lomo pegado
Esta encuadernación es probablemente la más usada, en ella los cuadernillos se lijan para abrir los poros del papel y aplicar el pegamento, para después unirlo directamente a la tapa.
A pesar de su uso masificado, se diferencia con la cosida al ser de una durabilidad más baja, caracterizada por el deterioro de las páginas a largo plazo y por la posibilidad que las hojas se vayan despegando con el tiempo, ya que no hay nada que las una entre sí más allá del pegamento. Por esto, aunque es utilizado para muchos tipos de publicaciones, no se recomienda para libros muy extensos o de colección, como los «coffee table books».
En el mundo de la imprenta se conoce el adhesivo termofusible, el cual consiste en exponer un pegamento al calor para que se adhiera al papel y se puede aplicar a todo tipo de encuadernaciones, proporcionando una terminación eficiente y con bastante flexibilidad. Para las encuadernaciones rústicas fresadas se distingue el uso de dos variantes de pegamento, también conocido como hotmelt: PUR y EVA.
Lo más común es usar cola de Etileno Vinilo de Acetato (EVA), la cola convencional o la más usada para las publicaciones de estilo «americanas». Se usaba, en sus inicios, para la distribución de historietas o cuentos de ciencia ficción, además de determinadas revistas o libros de distribución masiva (literatura «popular»). De las dos encuadernaciones fresadas esta es la menos duradera y con el tiempo tiende a deshojarse, pero se sigue usando frecuentemente ya que es la opción de costo más bajo y permite que los tiempos de producción se reduzcan significativamente, al ser un pegamento fácil y rápido de manipular.
En comparación, el pegamento PUR, Poliuretano reactivo, es más potente que el EVA, y por lo tanto más resistente y capaz de competir con la calidad de una encuadernación rústica cosida, pero sin los costos elevados asociados a este tipo de encuadernaciones. También se trata de un pegamento de uso rápido y sencillo, pero a diferencia de la anterior, es una cola que permite una mayor flexibilidad, es decir, los libros pueden abrirse totalmente y no hay riesgo de que las hojas terminen despegándose. Gracias a esa fortaleza, es necesaria una menor cantidad de cola, aportando también a la protección del medio ambiente. Por esta razón, a pesar de que se recomienda usar en libros y publicaciones de tapa blanda, se sugiere especialmente para publicaciones de textos de consulta o que vayan a ser usados de manera intensiva.
Así que, ya sabes, piensa bien en las características de tu publicación antes de mandarla a imprenta.