Cómo hacer chequeo de datos (y no mentir en el intento)

En el proceso de edición y corrección de un texto, cualquier falla en la información le resta credibilidada la publicación, por lo que un paso clave en la corrección de estilo es el chequeo de datos, también conocido como fact checking.

Si bien el autor es responsable de la vericidad de su contenido, como correctores de estilo siempre debemos estar pendientes de posibles errores de nombres, citas o datos en gráficos, entre otros.

Ahora bien, ¿qué datos se comprueban? ¡TODOS!: nombres propios, lugares, fechas, unidades de medidas y conversiones, figuras, hipervínculos, definiciones, referencias bibliográficas, ecuaciones matemáticas, citas, imágenes, etcétera. En Tipográfica no queremos que pierdas tu valioso tiempo buscando por las profundidades del internet si el dato es correcto; por eso te traemos cuatro formas de hacer chequeo de datos, además de siete recursos web que te ayudarán en el proceso de verificar información.

Cómo hacer chequeo de datos

Revisar las credenciales de los autores

Para esto hay que preguntarse e investigar si quien escribió la noticia, el artículo, el estudio o el paper que hemos encontrado es un experto o experta en el tema, y si sigue trabajando en ello. En caso que no lo haga, recomendamos sugerir el apoyo de esa investigación con otro autor que sí esté vigente en el campo de estudio. Esto claramente depende del autor.Por ejemplo, el poeta Jose María Euguren también se dedicó a la pintura; el hecho de que las artes plásticas no sean su campo de estudio principal no significa que no se pueda usar como referente.

Verificar la autoridad de los sitios web

Si se trata de una página web, debería tener esta sección en la parte de arriba o en un enlace en la base de la página principal. También da credibilidad si tiene una sección de «Contáctanos».

Verificar que el sitio web cuente con un equipo de personas trabajando y cuáles son sus credenciales es una buena forma de saber que el artículo o la noticia citada en el texto que estamos corrigiendo no está copiado y que es un texto con cierta autoridad en la materia, por lo que vale la pena citarlo.

En el caso de no encontrar estos datos y dudar de esta información, siempre es importante dejar un comentario al autor de que la información citada podría no ser confiable para su investigación.

Verificar nombres propios

Muchas veces confiamos demasiado, sin considerar que es súper fácil cometer errores al identificar a una personalidad o al citar a un autor. Por eso, que una tarea que no podemos dejar pasar es confirmar que los nombres de las personas estén bien escritos (sobre todo cuando son nombres extranjeros), y además que sean las personas a las que el autor se quiere referir.

Verifica las fechas

Si hay un artículo sobre movimientos feministas actuales, ¿preferirías uno de antes o después del movimiento MeToo? Los tiempos cambian muy rápido, y de la misma forma lo hace la información en Internet. Por ello, es necesario ver incluso en qué mes del año fue publicado. Sin embargo, este punto puede no aplicar tanto para revisar la veracidad de una fuente histórica.

Sitios web para ayudarte en el chequeo de datos

1. WorldCat

Es necesario comenzar este recuento con un clásico, nuestro fundamento al momento de comprobar datos bibliográficos: EL catálogo global en línea de materiales bibliotecarios. Considerado en su sitio web como “la base de datos de información sobre colecciones bibliotecarias más completa del mundo”, con WorldCat puedes hacer el chequeo de datos de las referencias bibliográficas de tu texto: libros, revistas, materiales audiovisuales, etcétera; y, si lo deseas, también buscar la biblioteca más cercana a ti que tenga a su disposición esos materiales. 

2. Internet Archive 

De la mano de WorldCat, presentamos otro clásico: Internet Archive, cuya misión es “proporcionar acceso universal a todo el conocimiento”. Comenzó en 1996 con la idea de archivar el propio internet, y hoy ya es una biblioteca que cuenta con millones de libros, películas, música, sitios web, entre otros recursos. Gracias a esta plataforma puedes verificar, por ejemplo, una cita sin necesidad de tener la fuente física, ya que en este sitio puedes conseguir una copia en línea del material. 

3. TinEye 

¿Recuerdan cuando a fines de octubre el mundo del arte se vino abajo (literalmente) porque se había descubierto que un cuadro de Mondrian llevaba 75 años colgado boca abajo? A veces esto también sucede en las ilustraciones que aparecen en los textos que corregimos. Por ello, te recomendamos TinEye: una empresa dedicada a la búsqueda y reconocimiento de imágenes, fotografías, cuadros.

Este recurso web te ayuda a revisar y moderar montajes audiovisuales, por ejemplo, si la fotografía está dispuesta correctamente o ha sido modificada; identificar al creador de una imagen o al titular de los derechos de autor; comprobar dónde y cuándo ha aparecido la imagen en internet; y reemplazarlas si son de baja resolución. 

4. Tate

Siguiendo la línea de arte, si te han pedido corregir un texto de esta área, pero no es tu fuerte, la galería Tate —nombrada en honor a su primer financiador, Henry Tate— ofrece una sección de arte diseñada para explicar e iluminar terminologías de este campo del saber. Contiene las definiciones —la mayoría con ilustraciones— de más de 450 términos incluyendo grupos de artistas y movimientos de arte, técnicas, medios, etcétera.

5. ISO

El deseo de todo corrector es que la información del texto corregido sea correcta y que la corrección sea unificada. El mejor aliado para ello es la Organización Internacional de Estandarización (ISO por sus siglas en inglés), dedicada a desarrollar y publicar los catálogos de estándares internacionales sobre campos como transporte, seguridad, minerales, colores, telecomunicaciones, monedas, etcétera.

Las normas ISO incluyen: terminología, cantidades y unidades, símbolos, entre otros recursos. 

6. Inflation Calculator

¿Sabes a cuánto equivalen hoy $100 CLP (código ISO para el peso chileno) de 1971? En textos a veces se señalan cantidades de dinero en épocas pasadas pero no se añade el valor que tendría ese monto en la economía de hoy. Para Ian Webster —ingeniero y experto en datos, y autor de este sitio web— era decepcionante la falta de recursos sobre los impactos de la inflación en los indicadores económicos. Por ello, creó esta calculadora de inflación histórica que, a partir de los datos del Banco Mundial y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, te ayuda a convertir al valor (aproximado) de hoy montos de dinero de décadas anteriores (aquí la calculadora de inflación de Chile). 

Posdata: la respuesta a la pregunta del comienzo del párrafo es $11 992 651 CLP, lo que significa que “los precios de hoy son 119.926,52 veces más altos que los precios promedios de 1971”. 

7. Wolfram|Alpha

Como último recurso, pero no por eso menos importante, te recomendamos Wolfram|Alpha. Pensado para ser un motor de búsqueda especializado, esta plataforma puede calcular respuestas de nivel experto a innumerables preguntas complejas.

Las búsquedas se dividen en cuatro categorías: matemáticas (álgebra, ecuaciones diferenciales, estadísticas), ciencia y tecnología (física, ingeniería, transportación), sociedad y cultura (historia, educación, deportes), y vida cotidiana (viajes, fechas y aniversarios, entretenimiento). De este modo, puedes comprobar operaciones de geometría, obtener el contexto histórico de instituciones y organizaciones, y verificar los valores nutricionales de las comidas desde una sola plataforma. 

¡Esperamos que estos recursos te sean útiles al momento de hacer el chequeo de datos en el artículo que estás corrigiendo!  

Si aún tienes dudas, revisa qué otras tareas son parte de la corrección de estilo.

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